Desde que se inició la fotografía digital se habla de los problemas ocasionados por el ruido en este tipo de imagen.
Por un lado está el ruido de crominancia y por el otro el de luminancia.
Vaya palabrejas!
Estos ruidos originan graves desastres en las imágenes, haciendo que algunas de ellas queden inservibles por las grandes perturbaciones que se ven, sobretodo, cuando dichas imágenes se someten a una pequeña o gran ampliación.
Sin embargo los fabricantes de cámaras fotográficas poco a poco van haciendo progresos, de forma que ese ruido sea menos molesto.
No obstante, lo que la mayoría de los fotógrafos no sabe es que hay un tipo de ruido que, de forma indirecta, afecta tanto a la fotografía moderna (digital), como a la clásica (analógica).
Creo que ya he dicho que no es el ruido el que afecta, directamente, a la fotografía, por lo que es una consecuencia, pero si no hay ruido no hay afección, y por supuesto no es ruido de crominancia ni luminancia.
Para determinar como nos afecta este ruido se puede hacer una prueba muy sencilla, da igual que tipo de cámara empleemos, digital o analógica. Nos situaremos en una calle, donde se esté ejecutando una obra, y se esté empleando un martillo neumático. Se sitúa uno al lado del operario y cuando empiece a trabajar se producirá un ruido muy grande y una trepidación que hará que nuestra foto, si la hacemos, salga trepidada. Este es el tipo de ruido al que me refería y esas son sus consecuencias.
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